ROBO DE LAS ESCOPETAS

Tras la victoria de los moros el día anterior , los cristianos renuncian una nueva lucha en las llamadas «avanzadillas de desprecio» que, por la insistencia de los moros dan lugar a una serie de luchas en las que los cristianos tratan nuevamente de recuperar, sin éxito, la imagen.

Retirados en su campamento, el arsenal de armas de fuego que guardan los cristianos  es robado por los moros, que dejan a sus enemigos desguarnecidos. Este acto está lleno de ingeniosas acciones por parte del emisario moro, que conduce a sus huestes por trochas y caminos, escondiéndose para conseguir apoderarse de las armas de los cristianos. Es el llamado «ROBO DE LAS ESCOPETAS».